lunes, 19 de mayo de 2008

BIOGRAFÍAS


DAVID LINCH


David Lynch es el ejemplo perfecto de director de culto. Alternando éxitos en taquilla con fracasos sonados, mantiene un grupo de seguidores incondicionales, y haga lo que haga siempre se giran hacia él todos los ojos.


Se nació y crió en una de esas pequeñas localidades americanas que tanto le fascinan, y que tan recurrente son en sus trabajos. Estudió en escuelas de arte de todo el país: Washington, Boston...incluso vino a Europa con la idea de estar unos meses, aunque apenas 15 días después de llegar se volvió a su país, donde recaló en Philadelphia. Allí conoció a su primera esposa, y tuvo a su primera hija, la también directora Jennifer Lynch. Sus cortos comenzaban a destacar, y a ganar premios menores que le permitían seguir realizándolos. Ya en Los Angeles, donde continuaba con su formación, comenzó a rodar Eraserhead, inspirado en su temprana experiencia paternal, y en la violencia que presenció en la ciudad de Philadelphia. Por problemas de dinero el rodaje se alargó intermitente durante 5 años, resultando una película enigmática e inquietante, pero con poca salida comercial. Fue el distribuidor polaco Ben Barenholtz, creador del concepto de "Midnight Movies" y defensor del cine independiente, quien se esforzó para que la película obtuviese un estatus de film de culto entre los aficionados al cine, incluyendo algunos nombres populares como los de Stanley Kubrick o Mel Brooks.


Fue este último quien ofreció a Lynch dirigir el Hombre Elefante, la película que disparó su fama, consiguiendo 8 nominaciones al Oscar. Tras ella, el productor Dino De Laurentiis le ofreció dirigir la adaptación de la novela de Frank Herbert Dune. Lynch aceptó con la condición de que le produjese un segundo film en el que él tendría total libertad. Dune resultó un fracaso comercial, pero Dino tuvo que cumplir su promesa y producir Terciopelo Azul. El film, pese a su limitada distribución (De Laurentiis tuvo que distribuirla él mismo ya que nadie quería arriesgarse con una película así) cosechó excelentes críticas (y encendidas respuestas también, como no puede ser menos en una película tan polémica) y una nueva nominación al Oscar para Lynch.
Vinieron unos años en los que Lynch no consiguió financiación para sus proyectos y rechazó dirigir el Retorno del Jedi. Hasta que en 1990 alcanzó quizá su mayor momento de fama, estrenando Corazón Salvaje (Palma de Oro en Cannes) en los cines, y Twin Peaks en televisión. La serie marcó época, y fue todo un fenómeno cultural, aunque desapareció fugazmente, dando lugar a su precuela fílmica, Fuego Camina Conmigo, posiblemente la película más criticada del director. Tampoco tuvo suerte la siguiente serie de Lynch, En el Aire, cancelada tras la emisión de 7 episodios.


La relación de Lynch con la TV demostró ser imposible cuando la ABC desechó su episodio piloto de Mullholland Drive, encargado tras el éxito de crítica de Una Historia Verdadera. No hizo lo mismo Lynch, que aprovechó el piloto, y rodando más escenas lo convirtió en una película que funcionó hasta el punto de proporcionarle una nueva nominación al Oscar como mejor director. La película devolvía al Lynch más críptico y experimental, una tendencia que se ha acentuado con su último film, Inland Empire, que estrena ahora en España. La película además está rodada en formato digital, habiendo declarado el director estar tan maravillado del sistema que no piensa volver a ro


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dar con celuloide.

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