Terciopelo azul (1986)
Increíblemente, el batacazo de Dune no puso punto final a las relaciones entre Lynch y Dino de Laurentis. Este último aceptó producirle otra película y darle control sobre el montaje final siempre y cuando se atuviera a un presupuesto reducido. De esta forma Lynch pudo volver al cine personal, retomar en cierta medida el estilo y el universo de Cabeza borradora, y hacer su segunda obra maestra. El comienzo de Terciopelo azul resume a la perfección la película y todo el cine de su director: la cámara recorre una calle de confortables viviendas familiares de clase media en un apacible pueblo americano, en un día soleado mientras suena la balada Blue velvet de Bobby Vinton. A continuación se va adentrando en la hierba de uno de los jardines y aparece en ella una oreja humana cortada, la música se atenúa y se sustituye por un ruido inquietante: bajo lo hermoso se esconde lo horrible. La oreja es encontrada por Jeffrey (Kyle MacLachlan), un muchacho del pueblo, y significará el comienzo de un descenso a los infiernos; como un héroe de la mitología, Jeffrey tendrá que moverse a caballo entre la luz, donde se encuentra su novia Sandy (Laura Dern), y las tinieblas, donde el demente Frank (Dennis Hopper) atormenta a la masoquista Dorothy (Isabella Rossellini). Sin embargo la luz y la oscuridad, el bien y el mal, están íntimamente relacionados, como prueba el hecho de que sea Sandy quien da a Jeffrey las pistas que lo conducen hasta Frank y Dorothy; sin pasar por el trance de enfrentarse a las tinieblas y combatirlas no se puede alcanzar la luz ni oír cantar a los petirrojos en el bellísimo final de la película. Como dice Sandy en la última secuencia, es un mundo extraño, ¿verdad?. Terciopelo azul fue un oasis en el bastante desértico panorama cinematográfico de los años ochenta; es una obra personal y difícil pero, especialmente al comienzo, tiene un cierto envoltorio de cine negro: después de todo es una muy peculiar investigación sobre un secuestro. Aunque la atmósfera vaya enrareciéndose por momentos hasta acabar en el más típico surrealismo lynchiano, el film es mucho más asimilable y menos hermético que Cabeza borradora, Carretera perdida o Mulholland drive. De ahí que Blue velvet sacara a Lynch del ghetto de los directores de culto y lo empezara a colocar en los altares del cine de autor.
Terciopelo Azul producido por David Linch es una película con una trama que envuelve y a la vez genera cierto temor al espectador.
La noche como escenario para que ocurran los hechos más crueles donde algunos individuos aprovechan para despertar sus más bajas pasiones, contrapuesta del día, oportunidad de vivir la tranquilidad que puede proveer la dinámica de la sociedad misma.
El uso del poder sobre los indefensos, los que tienen que soportar en el silencio el dolor, sufrimientos y atropellos, impotentes de no saber como cambiar su situación.
Es importante destacar que la persistencia por obtener justicia si puede encausar a la tan anhelada libertad.